No soy tu cuir, por Grupo Mariconi

15.11.2020

El Grupo Mariconi nos propone una lectura cuir del film documental I Am Not Your Negro (No soy tu negrx, 2016), dirigida por Raoul Peck. 

El mismo se basa en Remember this house del escritor, homosexual y activista estadounidense James Baldwin*. 


Manifiesto Grupo Mariconi 

El nombre es tomado de la novela, Respiración Artificial de Ricardo Piglia. Mariconi es la reapropiación de la injuria como estandarte de una escritura marica. Somos un colectivo que intenta ejercitar cruces entre imaginarios de la ciencia ficción, la historieta, la música o el cine; y posibles articulaciones con la teoría cuir. A partir de los postulados de Foucault, pensamos nuestras prácticas maricas, no como esencias sino, como puntos de fuga hacia nuevas y creativas modalidades de poiesis éticas. Siguiendo la propuesta de Deleuze, buscamos producir lecturas aberrantes. Generar cruces anómalos, fuera de los cánones esperables. Hacer agenciamientos con los libros y ensamblarnos como cuerpos sin órganos. Coincidimos con J. E. Muñoz y creemos que lo queer no es lo que existe en la actualidad, sino un horizonte posible hacia una futuridad emancipatoria, una potencia del futuro a partir de los vestigios del pasado hauntológico. 



Pongo pausa a un documental que estoy mirando, quizás porque el ruido mecanográfico retumba en mi cabeza. Recuerdo las tardes en mi adolescencia tecleando una Olivetti, conozco este sonido, pero hoy suena a prejuicio. 

La película es "I am not your Negro", dirigida por el haitiano Raoul Peck, usa el manuscrito incompleto "Remember This House" del escritor, homosexual y activista estadounidense James Baldwin, para contar la muerte de tres de los más importantes activistas afrodescendientes del siglo XX: Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King.

Este documental-ensayo cruza imágenes de archivo de luchas afroamericanas contra el racismo estructural, y a su vez se intercala con intervenciones televisivas, donde Baldwin reflexiona acerca de las violencias racistas y su invisibilización. Pero hay algo más invisible en la película, la homosexualidad de Baldwin, de la que recién a la mitad se hace mención. La referencia es fugaz, como si el director debiera sacarse de encima la cuestión molesta de su admirado escritor. Como si le incomodara pero supiera que, al menos y de forma furtiva, debiera tocar el tema y seguir con lo que le interesa. Eso me recuerda a un fragmento de Pedro Lemebel donde cuenta que la izquierda al hablar de él decía, "Es marica pero escribe bien". 

Fotografía: Diane Arbus
Fotografía: Diane Arbus


Guy Hocquenghem dice que la sociedad capitalista fabrica al homosexual como produce al proletario, suscitando en cada momento su propio limite; La homosexualidad es una fabricación del mundo normal. Para Foucault, el poder produce sujetos, pero este poder no controla sus efectos, algunos sujetos salen maricas aunque no sea lo esperado, y ahí se ubicaría la resistencia. De alguna manera aquello desviado de la norma pone en tela de juicio lo dado como universal y natural. Siguiendo a Foucault, fantaseo con armar una arqueología, construir un documental con los restos descartados por el director. Una película alternativa desde los silencios, desde lo no dicho, o como se dice en psicoanálisis, "del secreto a voces". Algo así como aquello que Benjamin buscaba en la historia, restos de las luchas perdidas y voces silenciadas. Esta otra película podría llamarse, "No soy tu cuir". Imagino su comienzo con la escena mencionada en "No soy tu negro", el informe del FBI, pero narrado al estilo Puig: 


Apoya la hoja blanca sobre la máquina de escribir. Sus dedos presionan los botones blancos de forma constante y rítmica. Mientras redacta el informe se mira las uñas, limpias y prolijas como su uniforme de policía. Sobre la mesa hay una decena de fotos del sospechoso en Francia. "Un puto nigger de mierda", y esa frase pasa por su cabeza y le retuerce el estómago pero logra superar el asco. Está orgulloso de ser parte de los buenos, y quiere mantener esa diferencia clara. Sonríe sutilmente mientras termina de redactar el informe sobre ese escritor maricón llamado Baldwin


Dejo la fantasía de mi versión y vuelvo al documental; ahí Baldwin reflexiona sobre los aparatos semióticos, como lo es el cine y la televisión. Se puede pensar que estas producciones generan una didáctica que encarna una hegemonía y un odio hacia las corporalidades no-blancas. En una escena, hay una entrevista al escritor cortada por planos de cuerpos blancos y hegemónicos que saltan con vitalidad sobre la cámara, esta escena recuerda a la película de promoción nazi de Leni Riefenstahl, "El triunfo de la voluntad", o podríamos decir, el triunfo de la blanquitud. 

Fotografía: Gordon Parks
Fotografía: Gordon Parks

Una de las imágenes que me parece fundamental del documental es el relato de Baldwin en off junto a una fotografía de Gordon Parks. Quizás lo abrumador sea lo cotidiano de esta imagen: una mujer negra junto a su nieta mirando una vidriera, rodeadas por maniquíes blancos. Los maniquíes forman un círculo de subjetivación construida por la refracción de sus miradas que encierra a la niña en los avatares de una identidad ajena. Lo terroríficamente poderoso es la sola idea de encontrarse en la necesidad de romper con esa fantasía, como se puede observar en el experimento que Jane Elliott llevado a cabo a partir de finales de los años 60's, "Blue eyes, Brown eyes", o como en las primeras escenas de la película "Laurence anyways" de Xavier Dolan que dejan también de manifiesto la intensidad de las miradas y los silencios de los otros, en cuanto a la conformación del yo. Vemos concatenadas las distintas reacciones a lo abyecto en las miradas de los otros, y el silencio esta musicalizado, pareciera, con la intensión de intensificar su fuerza normalizadora sin mostrar al objeto-sujeto observado.

La sensación de extrañeza que me genera el silencio en cuanto a la sexualidad de Baldwin, en el contexto del documental, es quizás no entender al activismo como un asunto complejo. La homosexualidad del escritor lejos de ser un impedimento para su lucha racial, debería poder verse como potenciadora de esa lucha. Lo cuir, entendido como abyecto, como extraño, nos permite poder establecer distintas alianzas. Sayak Valencia afirma que el término queer puede entenderse como más que una identidad individual, lo queer es una práctica, es ser parte de un movimiento de crítica contra el sistema y no solo interviene la sexualidad, sino también el género, la raza y la clase.

Halperin en "San Foucault" afirma que la pandemia del SIDA ha llevado a la militancia a multiplicar los sitios de controversia política más allá de los lugares tradicionales. Un ejemplo de esto es la agrupación activista ACT UP!, que concibe el cuerpo como un sitio de lucha política, de resistencia. Y aquí, a principios de los años 80's, es donde comienza la reapropiación de la injuria como resistencia a la normalización. 

Como marica sudamericana no puedo ponerme en el lugar de un afrodescendiente, estamos en coordenadas geopolíticas distintas, pero creo que esta problemática nos sirve desde un lugar nietzscheano. Puede volverse una herramienta para desnaturalizar la dictadura de la normalidad, encontrar sus fracturas, las sombras en sus afirmaciones, que aquello descartado devenga nuestra arma más potente. 




*No soy tu cuir se publicó en Revista Tóxicxs N°4 (Junio-2020). 


© 2019 Revista Tóxicxs| Todos los derechos reservados
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar