Bueno para nada, por Mark Fisher
Mark Fisher sale de lo común sin miedos ni permisos, confrontando al pensamiento burocrático (el de la academia y los discursos políticos) que se muestra fuerte y normal en su plano teológico, en su capacidad de arrojar un velo al mundo, de comer lo humano, de individualizar cada vez más nuestras vidas, de despolitizar el padecimiento. Como si...